miércoles, 3 de octubre de 2012

Frente a las Elecciones de los Ricos: Las Tareas de la Juventud Revolucionaria


“… se lanzan algunas formulas limitadas: luchas electorales de menor cuantía, algún avance electoral, por aquí; dos diputados, un senador, cuatro alcaldías; una gran manifestación popular que es disuelta a tiros; una elección que se pierde por menos votos que la anterior; una huelga que se gana, diez que se pierden; un paso que se avanza, diez que se retroceden; una victoria sectorial por aquí, diez derrotas por allá. Y, en el momento preciso, se cambian las reglas del juego y hay que volver a empezar.

¿Por qué estos planteamientos? ¿Por qué esta dilapidación de las energías populares? Por una sola razón. En las fuerzas progresistas de algunos países de América existe una confusión terrible entre objetivos tácticos y estratégicos; en pequeñas posiciones tácticas se ha querido ver grandes objetivos estratégicos. Hay que atribuir a la inteligencia de la reacción el que haya logrado hacer de estas mínimas posiciones defensivas el objetivo fundamental de su enemigo de clase.

En los lugares donde ocurren estas equivocaciones tan graves, el pueblo apronta sus legiones año tras año para conquistas que le cuestan inmensos sacrificios y que no tienen el más mínimo valor. Son pequeñas colinas dominadas por el fuego de la artillería enemiga. La colina parlamento, la colina legalidad, la colina huelga económica legal, la colina aumento de salarios, la colina constitución burguesa, la colina liberación de un héroe popular... Y lo peor de todo es que para ganar estar posiciones hay que intervenir en el juego político del estado burgués y para lograr el permiso de actuar en este peligroso juego, hay que demostrar que se puede estar dentro de la legalidad burguesa. Hay que demostrar que se es bueno, que no se es peligroso, que no se le ocurrirá a nadie asaltar cuarteles, ni trenes, ni destruir puentes, ni ajusticiar esbirros, ni torturadores, ni alzarse en las montañas, ni levantar con puño fuerte y definitivo la única y violenta afirmación de América: la lucha final por su redención.”
 (Che Guevara, Táctica y Estrategia de la Revolución Latinoamericana)

El reformismo en sus distintas formas surge desde la supuesta imposibilidad de generar y levantar procesos auténticamente revolucionarios con vocación de poder, que permitan el alcance del poder político que permita la destrucción completa del Estado Burgués; es planteamiento reformista la estrategia que combina por un lado la movilización de masas y la lucha social, y por otro, la lucha política al interior del Estado Burgués, principalmente en el parlamento, esto con el objetivo de ir consiguiendo mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores y evitar el “ascenso de la derecha”,  los supuestos únicos y reales malos de la película. Esta estrategia combinada, se ampara en el “economicismo” espontaneo de las clases explotadas, y al adquirir espacio de existencia legal bajo el sistema capitalista aparece ante las masas como más racional al evitar y saltarse el uso de la violencia y las armas, esto porque se enmarca dentro del concepto de la “democracia burguesa”. 

A veces esta concepción ha tendido a suprimir y olvidar los errores y enseñanzas que la historia lanza sobre nuestras caras:
  • El como el “consolidar para avanzar” de 1972, política emanada por los partido de la UP, que depositaba su confianza en un ejercito constitucionalista y en una burguesía progresista, termino siendo la lapida para cualquier aspiración allendista por resistir política y militarmente al golpe de Estado de 1973, y termino significando la primera gran derrota del movimiento popular y revolucionario chileno. 
  • A finales de la dictadura los sectores reformistas, e inclusive algunos con tufillo de revolucionarios, plantearon que no era posible un triunfo popular, que era necesario buscar una salida “democrática”, de consenso, de las amplias mayorías, “recuperar espacios democráticos en que el movimiento popular iba a crecer, desarrollarse y avanzar”. Finalmente amplios sectores de masa se volcaron a apoyar la salida negociada con la dictadura e instalar la pseudo democracia que hemos vivido durante los últimos veinte años. Y esta salida “por el mal menor”, por lo “posible y realista” significo nada mas y nada menos que la mayor desarticulación del movimiento popular, la fragmentación, la atomización, el desencanto y el retroceso que permitió a las clase dominantes avanzar sin contrapeso alguno, incluso con el “consenso” y complicidad de quienes desde el campo popular se convertirían a poco andar en parte importante del sistema de dominación. 
Los ejemplo históricos recién nombrados, no hacen mas que comprobar la postura ilusa del reformismo, que piensa que frente a un avance en la “conquista de los derechos del pueblo” la burguesía responderá pasivamente, sin ningún tipo de intervención armada, o con alguna otra táctica de represión, infiltración,  división y dispersión, como lo hicieron durante todos los 90. ¿La Burguesía quedará de brazos cruzados al ver como arrebatamos sus derechos?

Durante este año, y sobre todo a partir del alza sostenida en la lucha de masas, principalmente en lo reivindicativo, que vivimos desde el año pasado, son variados los sectores reformistas que con ropaje de revolucionarios han llamado directamente a la participación dentro de estas elecciones municipales. Cambiar la Constitución, Desarrollo de Poder Local, ¿Cambiar las leyes fundamentales que determinan el carácter del Estado, de su economía, de su organización?

Claramente los revolucionarios y el movimiento popular debe apostar a esto, aun mas, debemos apostar a la destrucción mediante una revolución del Estado Burgués para la construcción del Estado Socialista, pero para alcanzar este, nuestro objetivo estratégico principal, primero debemos abocarnos a la construcción de PODER, un Poder capaz de derrotar a las clases dominantes no solo en la arena de lo legal, mas bien la derrota definitiva de la burguesía y sus lacayos, que sucumban y caigan en la lucha frente al desarrollo del PODER POPULAR.

En textos anteriores hemos trabajado el como debe avanzar la construcción de este poder: la Acumulación de Fuerza Social Revolucionaria, que enmarque y de sentido a las luchas estudiantiles y populares que hemos desarrollado durante el año pasado, que ponga nuestra fuerzas al servicio de una estrategia mayor, dígase la lucha revolucionaria de la clase obrera por la conquista del poder. Se subentiende entonces, que esta Acumulación de Fuerza Social Revolucionaria, para que sea así, debe ir de la mano con la construcción en los espacios de base, en las asambleas, sindicatos, poblaciones, comités, centros de estudiantes, etc., hacer real y fuerte todos los espacios naturales en donde el pueblo encuentra a sus pares y la herramientas para luchar por sus derechos.

Ya habíamos trabajado la importancia que tiene para el reformismo las posiciones electoralistas, mas las presentes municipales, que para el caso del PC son una antesala a las elecciones parlamentarias y una demostración de fuerza para garantizar un sillón en el gabinete de Bachelet, y para el Igualdad, que busca instalarse como un referente público eleccionario a través de las presentes elecciones, legitimando su posición de desarrollo de poder local desde los espacios municipales y su idea de constituyente. Pero para el caso de los revolucionarios, más allá de nuestra oposición frente a las elecciones, es importante considerar la relevancia que tienen las presentes elecciones para el desarrollo de nuestra estrategia y táctica de Acumulación de Fuerza Social Revolucionaria.

Primero, porque es importante deslegitimar la democracia burguesa en las masas, contraponiendo la real democracia, de base, la que viene de las organizaciones sociales y populares, como único ejercicio democrático que puede conducir a cambio concretos en la sociedad, en el país, en el sistema.

Segundo, porque como revolucionarios es una obligación denunciar, develar y combatir las ideas reformistas, disputando los espacios de conducción, mostrando la Acumulación de Fuerza Social Revolucionaria como la principal tarea del hoy, colocando a las masas en el lugar que se merecen: el actor principal de cualquier proceso revolucionario.

Una de nuestras tareas principales es situar al pueblo, a las masas, como el foco y centro de nuestro proyecto revolucionario, pero no solo del proyecto, sino que del proceso de construcción completo. Este principio estratégico ha sido validado por la historia como fundamental a la hora de pretender dar conducción revolucionaria a las masas en el contexto de la resolución de la crisis provocada en un periodo pre-revolucionario, como sucedió en Chile durante el periodo comprendido entre 1970 y 1973. “En lo fundamental perdimos la batalla antes, cuando no fuimos capaces de desplazar al reformismo en la conducción del movimiento de masas. (…) No podíamos en horas, en el terreno militar, recuperar el terreno político que no fuimos capaces de conquistar entre las masas los meses anteriores.” Comisión Política del MIR, Diciembre de 1973.

Es nuestro deber, nuestra obligación revolucionaria combatir las elecciones burguesas.

Hoy, son nuevamente los estudiantes secundarios, en particular la ACES, lo que muestran al resto del pueblo cual debe ser la determinación y el ánimo a la hora de enfrentar el alza de lucha de masas principalmente reivindicativo. Hoy son ellos los que nos llaman a no prestar el voto, a funar a los poderosos y su circo, a frenar el avance de las ideas reformistas falsamente revolucionarias, son ellos los que toman la iniciativa y nos invitan a sacar nuestras fuerzas a la calle, apostando a una campaña nacional denominada #Yonoprestoelvoto.

Frente a este ejemplo que nos dejan los secundarios, nuevamente hemos de salir a pelear con tareas concretas y bien claritas:
  1. Desplegar todas nuestras capacidades de Agitación y Propaganda, buscando influir desde este medio en las masas y cambiar aunque solo sea en parte la correlación de fuerzas a favor de la ideología y sistema de los ricos. Afiches, planfletos, brochazos, murales, actos, tocatas, destrucción de propaganda, etc. 
  2. Se ha repetido hasta el cansancio, pero nunca esta demás reiterar la prioridad del presente periodo: ACUMULACIÓN DE FUERZA SOCIAL REVOLUCIONARIA. ¿Pero como acumulamos frente a tal coyuntura? Toma importancia entonces la capacidad de desarrollar Acciones Directas de Masas que vayan siempre acompañadas de la determinación de las masas mas convencidas por denunciar esta pseudo democracia: Funas, Tomas, Marchas, etc. Todas acompañadas por Masas. Todo pensando en la Acumulación de Fuerzas.
Nuevamente nos volveremos a encontrar en la calle! Nuevamente nos encontraremos en la pelea! Nosotros, los revolucionarios, los que ya no aguantamos mas este sistema cabrón, los que la mierda hasta al cogote no nos deja pensar en otra cosa mas que en el día en que los Trabajadores y el Pueblo lleguen al Poder.

Marchan los Temporeros, Paran los Portuarios, Luchan los Mapuches y Secundarios! El Pueblo avanza hacia la Ofensiva!

En Octubre: Por Raúl, Tamara, Miguel y el Ché! A no decaer!

Juventud Revolucionaria en Lucha
y las Urnas a la Chucha!
(con o sin capucha)


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